Una noche en que recorro esos sectores de la ciudad alejados de todo el casco céntrico, de los barrios, la música, y lo único que se puede apreciar es la luz de la Luna y las Estrellas que lo acompañan a uno. Soy solo yo, mi bici y el cielo. Son esos momentos en donde volver a la puerta del hogar hacen cambiar la perspectiva, razonar y reflexionar un poco. Sonreír de que todo esta bien, o de que se pueden hacer muchísimas cosas para que estén mucho mejor.
Una simple bitácora.
La banda sonora para ese pequeño gran recorrido.
Paz.
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